Tras hablar de Hoi An, viene al pelo un artículo gastronómico. Y digo esto porque Hoi An es uno de los destinos vietnamitas con mejores especialidades culinarias.
Como en todo país asiático, el arroz es la base de la alimentación en Vietnam. Su cocina está inspirada en la china, pero los platos vietnamitas son más ligeros (con menos grasas), al no usar tantas salsas como sus vecinos del norte y, por el contrario, sí más verduras.
Otra razón por la que la comida resulta ligera es por la casi total ausencia de repostería. Los desayunos y postres vietnamitas, son más a base de frutas frescas, ya sea peladas al natural o en zumo. Sus escasos pasteles son más salados que dulces.
Los que aborrezcáis el picante, como es mi caso, no tendréis problema en Vietnam. Es cierto que existen variados platos picantes, pero ni mucho menos son la mayoría, como en el caso de la cocina tailandesa.
Un condimento autóctono que se le echa a casi todo es el nuoc mam, una salsa elaborada a partir de diferentes pescados fermentados. En el sur del país, y especialmente en la isla de Phu Quoc (de la que hablaré más adelante), podréis incluso visitar fábricas de este producto. Pero, ¡ojo!, no caigáis en la tentación de comprarlo para llevar a casa porque no lo podréis subir al avión, ni como equipaje de mano ni en el facturado. De hecho, al ir a facturar mi equipaje en el aeropuerto de Phu Quoc, lo primero que me preguntaron es si llevaba esa salsa de pescado. Esto fue con Vietnam Airlines, su compañía nacional, pero está prohibido embarcarlo en casi cualquier compañía aérea, debido a su fortísimo olor. Personalmente considero esta medida una exageración porque yo, que he tenido delante recipientes que contenían esa salsa, puedo afirmar que, si dicho recipiente es de buena calidad (quizás no siempre sea así) y está cerrado y sin desprecintar, su olor es escaso. Pero así están las cosas... Advertidos quedáis. Y alguna guía de viaje también os lo recordará.
Respecto al plato vietnamita por excelencia, hay que decir que es un tipo de sopa. Pho se dice en vietnamita, y la palabra la veréis escrita en todas la esquinas, tanto en ciudades como en carretera. Según el ingrediente principal de la sopa, a la palabra pho le sigue otra: pho bo (sopa de carne de ternera-vaca-buey), pho gà (sopa de pollo), pho bo vien (sopa de carne picada, en albóndigas generalmente), pho tom (sopa con langostinos)... etc, etc, etc (hay unas cuantas variantes). No obstante, las más habituales son la pho bo y la pho gà.
El pho se sirve en un bol grande (suele ser una comida consistente, a modo de plato único). Es una sopa de tallarines (tallarines de arroz, por supuesto), especiada y con diversas verduras, junto con el ingrediente principal que, como ya he dicho, pueden ser varios. A la hora de elaborar el caldo, aparte de huesos y jengibre, se le suele añadir la salsa de pescado nuoc mam.
El resultado es un plato barato, sabroso y consistente que se puede encontrar y comer en cualquier esquina. Aparte de en restaurantes y puestos callejeros, hay vendedores ambulantes que la van ofreciendo. Un bol de Pho bo en un puesto callejero o restaurante popular, viene costando entre 35.000 y 50.000 VND (entre algo menos de 1'50 y 2'10 €). Si en vez de carne de buey optamos por el pollo (pho gà), el plato será más económico: entre 25.000 y 40.000 VND (1'05 y 1'68 €). Y si preferimos la sopa con langostinos (pho tom), el precio subirá ligeramente. Entre 50.000 y 70.000 VND (2'10 y 2'94 €).
Por supuesto, al igual que en Valencia la paella, hay muchas variantes de pho y, cada local, tiene su propia receta o toque particular. Por seguir con el paralelismo de las paellas en Valencia, diré que la mayoría de los sitios que ofrecen pho lo preparan muy bien, pero también es cierto que me he encontrado con algunos (escasos) que lo que me sirvieron podría calificarse de agua con tropezones flotando, al igual que en Valencia y Alicante me he encontrado con algún restaurante (también escasos) que me sirvieron una paella que daba vergüenza ajena.
En la siguiente foto podréis ver una variante de la pho, llamada mi. La diferencia está en que incorpora esos tallarines amarillos que, en vez de estar hechos con arroz, se elaboran con harina de trigo. Su precio es ligeramente superior al del pho bo: unos 60.000 o 70.000 VND (2'52 y 2'94 €).
El mejor pho que comí en Vietnam, fue un pho bo que comí en la isla de Phu Quoc, en un bar de carretera ubicado en la localidad de Bai Thom, justo antes de entrar a la rotonda donde acaba la carretera que viene de Duong Dong.
Voy a hacer aquí un inciso. Fijaos en la foto inmediatamente anterior. Concretamente, fijad la vista en su parte derecha, donde está la sombrilla amarilla. Detrás de la sombrilla, si pulsáis sobre la foto para ampliarla algo y tenéis buena agudeza visual, veréis unas hamacas verdes.
En todo Vietnam, aunque más frecuentemente en el sur del país, los chiringuitos de carretera suelen contar con varias hamacas para que sus distinguidos clientes, tras la la pitanza, puedan sestear un rato. La verdad es que ya podríamos tomar nota aquí en España; la idea es buena. ¿Quién no ha echado en falta una cama (o algo parecido) tras una copiosa comida fuera de casa?
El segundo plato más habitual en Vietnam son los famosos cha gio, más habitualmente llamados por los turistas occidentales spring rolls o, como diríamos aquí, rollitos de primavera. En el norte a veces se elaboran de forma ligeramente distinta y reciben el nombre de nem.
Se sirven muchas veces como entrante o guarnición de otro plato.
Por ejemplo, en Hue, en el mercado de Dong Ba, en un humilde puesto en el que alguna rata pasó corriendo a escasos centímetros de mi pie (pena que no me diese tiempo a fotografiar tan dantesca escena), junto con unos exquisitos pinchos de cerdo, me sirvieron una variante llamada banh cuon (o "raviolis vietnamitas") muy sabrosos. La pasta que los recubre está hecha a base de harina de arroz cocida al vapor y suelen estar rellenos de carne picada de cerdo y verduras.
Existen diversos tipos de rollitos. Algunos se parecen más a los clásicos que podemos degustar aquí, en el restaurante chino de la esquina (pero los vietnamitas son considerablemente más pequeños que los chinos), y otros son más peculiares y sofisticados, como los de la siguiente foto.
Al igual que el pho, en prácticamente cualquier esquina del país podremos encontrar rollitos. A veces, hasta veremos como los elaboran en la propia calle. Un plato de entre 4 y 6 rollitos ronda entre los 30.000 y los 40.000 VND (1'26 y 1'68 €).
Hablaba al principio de este artículo de la buena cocina de Hoi An, de la que destacan tres platos.
Uno de ellos es el Cau Lau, un plato sólido (no sopa), elaborado a base de tallarines planos de arroz, brotes de soja, alguna verdura (en mi caso, fue algo parecido a los canónigos. O quizás canónigos...) y, por encima, trozos de carne de cerdo, todo ello condimentado con salsa de soja al gusto. El plato estás bueno, pero el principal problema es que, para que resulte realmente sabroso, hay que bañarlo en salsa de soja. Si no, quedaría bastante seco y, consecuentemente, un tanto insípido. El plato de Cau Lau viene costando unos 40.000 VND (1'68 €). Recordad que los precios que doy son siempre en restaurantes populares.
La segunda especialidad de Hoi Ai es el won ton. La base es la del típico wen tun que podemos comer en cualquier restaurante chino, pero con trozos más grandes y más sabrosos. Se pueden servir cocidos o fritos. Personalmente me quedo con los fritos, que están más crujientes. La base es una pasta de arroz rellena de carne y, por encima, se le añaden verduras y salsa, que es lo que le dan el toque maestro. Personalmente, lo prefiero al Cau Lau, pero es menos consistente como comida. Un plato de won ton con cuatro piezas grandes ronda los 60.000 VND (2'52 €).
Y el tercer plato típico de Hoi An recibe el nombre de white rose (rosa blanca). Son unas gambas cocidas al vapor y envueltas en papel de arroz. Son una verdadera delicatessen pero llenan muy poco, salvo que te pidas varias raciones, cosa que afectará algo a tu bolsillo (aunque tampoco demasiado). Para que os hagáis una idea, un plato con dos piezas de white rose (que es un simple aperitivo), cuesta en torno a los 70.000 - 80.000 VND (2'94 - 3'36 €).
Numerosos restaurantes de Hoi An ofrecen un menú degustación que incluye estos tres platos. Esta es quizás la mejor opción, ya que, aparte de probar sus tres especialidades principales, el menú será más completo. Uno solo de estos platos por separado, quizás os llegue a poco, sobre todo en el caso de la white rose.
Os recomiendo que vayáis a alguno de los restaurantes populares que hay en la calle Phan Chau Trinh. Es una larga calle junto al casco antiguo pero fuera ya de la zona sin coches. En las calles semi-peatonales del propio casco antiguo encontraréis varios restaurantes que, por supuesto, también ofrecen estas especialidades típicas, pero, al estar más pensado para turistas, son más caros y de aspecto más anodino. Lo que sí es cierto es que a veces se hallan en edificios muy bonitos rehabilitados.
Las tascas populares que he nombrado no suelen contar con aire acondicionado, bonita mantelería, cubiertos (sobre todo tenedor y cuchillo; cucharas siempre hay) ni carta en varias idiomas. Es más, habitualmente ni tienen carta. Solo una pizarra que, en vietnamita, anuncia los platos ofertados. Pero que esto no os eche para atrás. Primero, porque con preguntar se soluciona el problema. Y segundo, porque todo restaurante de Hoi An, a humilde y sencillo que sea, si no tiene las tres especialidades, al menos tiene una o dos de ellas.
Pizarra de uno de los pequeños restaurantes de la calle Phan Chau Trinh en Hoi An. Si os fijáis en la mesa que hay bajo la pizarra, veréis que en el cubertero hay palillos y cucharas, pero no tenedores y, menos aún, cuchillos
Algo que no debéis de hacer en cualquier lugar de Vietnam es probar las especialidades de los puestos callejeros. Cada uno suele tener su propia especialidad o, a lo sumo, dos o tres.
Por ejemplo, en el mercado nocturno de Duong Dong, capital de la isla de Phu Quoc, en el pequeño puestecillo ambulante que veis en la foto probé los banh trang nuong, una especie de crepes rellenas de carne y verdura que están muy buenas. Se puede combinar con un pequeño plato de trung cut, es decir, huevos de codorniz. El banh trang nuong me salió por 15.000 VND (0'63 €) y el trung cut por 20.000 VND (0'84 €).
En las zonas costeras de Vietnam también podréis comer un marisco bastante aceptable y a muy buen precio, pero, para que nadie se lleve luego una desilusión, advierto desde ya que no es comparable en calidad a nuestro soberbio marisco gallego.
Los más atrevidos incluso podéis aventuraros a ir a una tienda, como hice yo, y arriesgaros a pedir algo que no tendréis muy claro lo que es, ni incluso cuando lo tengáis en la boca.
En mi caso me aventuré con unos taquitos de carne de cerdo, parecidos al jamón york, con una presentación muy curiosa. Los taquitos, de los que nunca supe el nombre, están envueltos con hoja natural de alguna planta que desconozco y, a su vez, el interior está protegido por una hoja de papel (usada previamente, como se puede apreciar en la foto...) que hace las veces de aislante, y envuelta la carne en papel film. A su vez, todos los tacos están unidos entre sí con un fino cordel, de ese que te suelen (o solían) poner en las confiterías cuando comprabas pasteles para llevar.
Como los datos que puedo dar del producto ya habéis visto que son pocos, y ya que es sobradamente sabido que una imagen vale más que mil palabras, mirad las fotos y opinad vosotros mismos. El caso es que estaban bastante decentes y me saciaron el apetito. Por el paquete de ocho unidades (en la foto no aparecen todas) pagué 35.000 VND (1'47 €).
Y los todavía más atrevidos se pueden aventurar con otras "delicatessen" (dicen algunos...) como la carne de serpiente o la de rata. Yo a tanto no llegué... Pero en un restaurante de la localidad de Can Tho, en el delta del Mekong, al sur del país, en su carta ofrecían tales viandas, junto con otras como pájaros variados y rana.
Quizás llegados a este punto, hay quien pueda añorar mucho algún plato occidental. Pues tranquilos, en las ciudades los que echen de menos llevarse a la boca algo conocido, tendrán oferta variada. Eso sí, a un precio bastante elevado, equiparable al que cobrarían en España por el mismo producto. De esto me di cuenta un día que, estando en la capital, Hanoi, recurrí a una conocida franquicia de comida rápida para pedirme una pizza.
El precio del menú, consistente en una pizza pequeña (individual), un complemento (creo recordar que pan de ajo relleno de queso) y un refresco en lata de 33 cl. me salió por 188.000 VND. Es decir, unos 7'88 euros. Al poco rato me arrepentí del capricho...
Por supuesto, al igual que en Valencia la paella, hay muchas variantes de pho y, cada local, tiene su propia receta o toque particular. Por seguir con el paralelismo de las paellas en Valencia, diré que la mayoría de los sitios que ofrecen pho lo preparan muy bien, pero también es cierto que me he encontrado con algunos (escasos) que lo que me sirvieron podría calificarse de agua con tropezones flotando, al igual que en Valencia y Alicante me he encontrado con algún restaurante (también escasos) que me sirvieron una paella que daba vergüenza ajena.
Un ejemplo de pho mixto, pho tom (langostinos) y bo (buey),
bastante mal preparado,
servido en un puesto del mercado de Ben Tranh, en Saigón
En la siguiente foto podréis ver una variante de la pho, llamada mi. La diferencia está en que incorpora esos tallarines amarillos que, en vez de estar hechos con arroz, se elaboran con harina de trigo. Su precio es ligeramente superior al del pho bo: unos 60.000 o 70.000 VND (2'52 y 2'94 €).
Bol de mi, comido en un pequeño restaurante de Saigón
El mejor pho que comí en Vietnam, fue un pho bo que comí en la isla de Phu Quoc, en un bar de carretera ubicado en la localidad de Bai Thom, justo antes de entrar a la rotonda donde acaba la carretera que viene de Duong Dong.
Mi mejor pho bo de Vietnam
Vista de la "venta" de carretera donde lo comí
Voy a hacer aquí un inciso. Fijaos en la foto inmediatamente anterior. Concretamente, fijad la vista en su parte derecha, donde está la sombrilla amarilla. Detrás de la sombrilla, si pulsáis sobre la foto para ampliarla algo y tenéis buena agudeza visual, veréis unas hamacas verdes.
En todo Vietnam, aunque más frecuentemente en el sur del país, los chiringuitos de carretera suelen contar con varias hamacas para que sus distinguidos clientes, tras la la pitanza, puedan sestear un rato. La verdad es que ya podríamos tomar nota aquí en España; la idea es buena. ¿Quién no ha echado en falta una cama (o algo parecido) tras una copiosa comida fuera de casa?
El segundo plato más habitual en Vietnam son los famosos cha gio, más habitualmente llamados por los turistas occidentales spring rolls o, como diríamos aquí, rollitos de primavera. En el norte a veces se elaboran de forma ligeramente distinta y reciben el nombre de nem.
Se sirven muchas veces como entrante o guarnición de otro plato.
Por ejemplo, en Hue, en el mercado de Dong Ba, en un humilde puesto en el que alguna rata pasó corriendo a escasos centímetros de mi pie (pena que no me diese tiempo a fotografiar tan dantesca escena), junto con unos exquisitos pinchos de cerdo, me sirvieron una variante llamada banh cuon (o "raviolis vietnamitas") muy sabrosos. La pasta que los recubre está hecha a base de harina de arroz cocida al vapor y suelen estar rellenos de carne picada de cerdo y verduras.
El puestecillo de comidas, con los banh cuon en primer plano
El mismo puestecillo, los mismos banh cuon, pero aquí los pinchos de cerdo están aún sin comer.
La bebida que se ve es un zumo helado con trozos de plátano. El vaso de plástico de la
derecha contiene el hielo para añadir.
La comida completa me salió por 130.000 VND. Es decir, unos 5'45 €
La comida completa me salió por 130.000 VND. Es decir, unos 5'45 €
Existen diversos tipos de rollitos. Algunos se parecen más a los clásicos que podemos degustar aquí, en el restaurante chino de la esquina (pero los vietnamitas son considerablemente más pequeños que los chinos), y otros son más peculiares y sofisticados, como los de la siguiente foto.
Al igual que el pho, en prácticamente cualquier esquina del país podremos encontrar rollitos. A veces, hasta veremos como los elaboran en la propia calle. Un plato de entre 4 y 6 rollitos ronda entre los 30.000 y los 40.000 VND (1'26 y 1'68 €).
Preparando rollitos de primavera en una calle del centro de Hanoi
Hablaba al principio de este artículo de la buena cocina de Hoi An, de la que destacan tres platos.
Uno de ellos es el Cau Lau, un plato sólido (no sopa), elaborado a base de tallarines planos de arroz, brotes de soja, alguna verdura (en mi caso, fue algo parecido a los canónigos. O quizás canónigos...) y, por encima, trozos de carne de cerdo, todo ello condimentado con salsa de soja al gusto. El plato estás bueno, pero el principal problema es que, para que resulte realmente sabroso, hay que bañarlo en salsa de soja. Si no, quedaría bastante seco y, consecuentemente, un tanto insípido. El plato de Cau Lau viene costando unos 40.000 VND (1'68 €). Recordad que los precios que doy son siempre en restaurantes populares.
Cau Lau
Otra presentación de Cau Lau
La segunda especialidad de Hoi Ai es el won ton. La base es la del típico wen tun que podemos comer en cualquier restaurante chino, pero con trozos más grandes y más sabrosos. Se pueden servir cocidos o fritos. Personalmente me quedo con los fritos, que están más crujientes. La base es una pasta de arroz rellena de carne y, por encima, se le añaden verduras y salsa, que es lo que le dan el toque maestro. Personalmente, lo prefiero al Cau Lau, pero es menos consistente como comida. Un plato de won ton con cuatro piezas grandes ronda los 60.000 VND (2'52 €).
Won Ton
Y el tercer plato típico de Hoi An recibe el nombre de white rose (rosa blanca). Son unas gambas cocidas al vapor y envueltas en papel de arroz. Son una verdadera delicatessen pero llenan muy poco, salvo que te pidas varias raciones, cosa que afectará algo a tu bolsillo (aunque tampoco demasiado). Para que os hagáis una idea, un plato con dos piezas de white rose (que es un simple aperitivo), cuesta en torno a los 70.000 - 80.000 VND (2'94 - 3'36 €).
Plato de white rose (a la izquierda), acompañado de rollitos de primavera y salsa agridulce
Numerosos restaurantes de Hoi An ofrecen un menú degustación que incluye estos tres platos. Esta es quizás la mejor opción, ya que, aparte de probar sus tres especialidades principales, el menú será más completo. Uno solo de estos platos por separado, quizás os llegue a poco, sobre todo en el caso de la white rose.
Os recomiendo que vayáis a alguno de los restaurantes populares que hay en la calle Phan Chau Trinh. Es una larga calle junto al casco antiguo pero fuera ya de la zona sin coches. En las calles semi-peatonales del propio casco antiguo encontraréis varios restaurantes que, por supuesto, también ofrecen estas especialidades típicas, pero, al estar más pensado para turistas, son más caros y de aspecto más anodino. Lo que sí es cierto es que a veces se hallan en edificios muy bonitos rehabilitados.
Las tascas populares que he nombrado no suelen contar con aire acondicionado, bonita mantelería, cubiertos (sobre todo tenedor y cuchillo; cucharas siempre hay) ni carta en varias idiomas. Es más, habitualmente ni tienen carta. Solo una pizarra que, en vietnamita, anuncia los platos ofertados. Pero que esto no os eche para atrás. Primero, porque con preguntar se soluciona el problema. Y segundo, porque todo restaurante de Hoi An, a humilde y sencillo que sea, si no tiene las tres especialidades, al menos tiene una o dos de ellas.
Pizarra de uno de los pequeños restaurantes de la calle Phan Chau Trinh en Hoi An. Si os fijáis en la mesa que hay bajo la pizarra, veréis que en el cubertero hay palillos y cucharas, pero no tenedores y, menos aún, cuchillos
Algo que no debéis de hacer en cualquier lugar de Vietnam es probar las especialidades de los puestos callejeros. Cada uno suele tener su propia especialidad o, a lo sumo, dos o tres.
Por ejemplo, en el mercado nocturno de Duong Dong, capital de la isla de Phu Quoc, en el pequeño puestecillo ambulante que veis en la foto probé los banh trang nuong, una especie de crepes rellenas de carne y verdura que están muy buenas. Se puede combinar con un pequeño plato de trung cut, es decir, huevos de codorniz. El banh trang nuong me salió por 15.000 VND (0'63 €) y el trung cut por 20.000 VND (0'84 €).
Puesto de banh trang nuong (en la parte superior derecha, sobre la parrilla, se ve uno preparado),
trung cut (no se perciben en la foto, pero inmediatamente a la derecha del banh trang nuon,
se ve el pequeño adminículo con mango donde se preparan) y esa especie de sándwiches
que se ven en primer plano, que no probé y de los que no recuerdo el nombre
En las zonas costeras de Vietnam también podréis comer un marisco bastante aceptable y a muy buen precio, pero, para que nadie se lleve luego una desilusión, advierto desde ya que no es comparable en calidad a nuestro soberbio marisco gallego.
Gambones servidos en un puesto callejero del mercado nocturno de Duong Dong,
en la isla de Phu Quoc. Ese plato me costó 200.000 VND (8'41 €)
Los más atrevidos incluso podéis aventuraros a ir a una tienda, como hice yo, y arriesgaros a pedir algo que no tendréis muy claro lo que es, ni incluso cuando lo tengáis en la boca.
En mi caso me aventuré con unos taquitos de carne de cerdo, parecidos al jamón york, con una presentación muy curiosa. Los taquitos, de los que nunca supe el nombre, están envueltos con hoja natural de alguna planta que desconozco y, a su vez, el interior está protegido por una hoja de papel (usada previamente, como se puede apreciar en la foto...) que hace las veces de aislante, y envuelta la carne en papel film. A su vez, todos los tacos están unidos entre sí con un fino cordel, de ese que te suelen (o solían) poner en las confiterías cuando comprabas pasteles para llevar.
Como los datos que puedo dar del producto ya habéis visto que son pocos, y ya que es sobradamente sabido que una imagen vale más que mil palabras, mirad las fotos y opinad vosotros mismos. El caso es que estaban bastante decentes y me saciaron el apetito. Por el paquete de ocho unidades (en la foto no aparecen todas) pagué 35.000 VND (1'47 €).
Y los todavía más atrevidos se pueden aventurar con otras "delicatessen" (dicen algunos...) como la carne de serpiente o la de rata. Yo a tanto no llegué... Pero en un restaurante de la localidad de Can Tho, en el delta del Mekong, al sur del país, en su carta ofrecían tales viandas, junto con otras como pájaros variados y rana.
Quizás llegados a este punto, hay quien pueda añorar mucho algún plato occidental. Pues tranquilos, en las ciudades los que echen de menos llevarse a la boca algo conocido, tendrán oferta variada. Eso sí, a un precio bastante elevado, equiparable al que cobrarían en España por el mismo producto. De esto me di cuenta un día que, estando en la capital, Hanoi, recurrí a una conocida franquicia de comida rápida para pedirme una pizza.
El precio del menú, consistente en una pizza pequeña (individual), un complemento (creo recordar que pan de ajo relleno de queso) y un refresco en lata de 33 cl. me salió por 188.000 VND. Es decir, unos 7'88 euros. Al poco rato me arrepentí del capricho...
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